El Jade es un mineral muy valorado en Oriente. Piedra considerada de buena suerte por su energía de armonía y serenidad, especialmente el jade verde. Para los orientales, especialmente en China, se considera el Jade como un mineral que fomenta la virtud y la impecabilidad de carácter y conducta. Se suele tallar en figuras y objetos ornamentales para el hogar, ya que se le atribuyen propiedades extraordinarias que aportan: prosperidad, belleza, longevidad, buenas amistades, protección, honradez, amabilidad, fraternidad con la familia y amigos, sentido de justicia y sabiduría a cada uno de los miembros de la familia.
En China suele tallarse la figura del mítico dragón: protector de la vida interior, la buena salud, la buena suerte, la fuerza de voluntad y el valor personal.
Las propiedades del Jade: para relajar la mente y aumentar el estado de conciencia en estados meditativos. Para trastornos y enfermedades nerviosas como la epilepsia, bipolaridad, etc.
En casos de tuberculosis y otras enfermedades consideradas contagiosas, purifica el aura y genera un escudo protector de la misma vaporizando con un difusor de agua de jade verde.
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